The Wild Bunch (1969)

The Wild Bunch (1969) Dirección: Sam Peckinpah Guión: Walon Green & Sam Peckinpah.

El cine es el arte del siglo XXI no únicamente debido a que nació en los albores de este sino que se convirtió en el medio para que conociéramos épocas anteriores, el como vivían y como morían los hombres de siglos o décadas pasadas, sobra decir que el cine en la mayoría de las ocasiones no se ha preocupado por reflejar en pantalla con extremo realismo esas épocas previas a su surgimiento lo que puede haber generado que la imagen que tengamos en el presente de esos años sea inexacta.    

Menciono lo anterior porque si hay una época de la historia en este caso la americana de la cual la mayoría de nuestras referencias han llegado desde las pantallas de cine es lo que conocemos como el “Viejo Oeste” una época que en alguna ocasión escuché que había durado únicamente cuarenta años desde la llegada de los peregrinos a las tierras que pertenecían a los indios hasta el surgimiento del ferrocarril pero sin duda la fuerza que transmite esa época en el imaginario cinéfilo es profunda y ha generado grandes obras que hoy consideramos clásicos.

Sam Peckinpah fue un director americano que se caracterizó por implementar en sus obras una fuerte dosis de violencia, trabajos como “Perros de Paja” de 1971 o “La Pandilla Salvaje” de 1969 le granjearon el sobrenombre de Bloody Sam pero aunque sería sencillo tildar sus obras como simples películas sangrientas esto sería injusto porque Peckinpah fue un Autor, si quisiera buscar un referente similar para él no lo encontraría en el cine sino en la literatura en el escritor Cormac McCarthy con el que Peckinpah compartió la capacidad de lograr que sus obras interiorizaran la violencia no como un fin sino como un medio para expresar los diferentes estados del hombre y sus circunstancias, creo que una novela como Meridiano de Sangre comparte ciertos elementos en común con The Wild Bunch.

El cine del viejo oeste por su naturaleza de enfrentar al hombre con su estado salvaje y acercarlo a la ley del mas fuerte o el más veloz (con la pistola) como únicos métodos de sobrevivencia ha sido junto al cine bélico el género cinematográfico que ha permitido mostrar de mejor forma la esencia mas violenta del ser humano pero a diferencia del cine de guerra que muestra las batallas entre naciones el Western muestra historia mas intimistas, mas de una batalla del hombre contra el hombre y es en este escenario donde puede surgir una poesía dura del fondo de ese terror y una muestra de ello es The Wild Bunch.

La Pandilla Salvaje es una película que funciona como un ensayo sobre la violencia, pero Peckinpah pareciera firmar el concepto que de esta tenía el filósofo francés Michel Foucault quien decía que la violencia no es fundamentalmente destructiva sino constructiva ya que esta se encuentra en el ser humano desde su origen y marca nuestras relaciones con las demás personas, la irracionalidad de nuestros actos no es mas que una muestra de esta esencia que todos compartimos.

El filme inicia con una escena donde vemos cabalgar a unos supuestos soldados (en realidad son los forajidos, la pandilla salvaje del título) junto a unos niños que se entretienen tomando unos escorpiones y rodeándolos de hormigas, mas adelante veremos que a los insectos les prenden fuego y en este juego infantil pareciera estar implícita la tesis del filme.

The Wild Bunch es una película violenta, pero esta se limita a aparecer en tres partes diferentes del filme dejando los amplios espacios entre ellas (la película es de mas de dos horas de duración) para que Peckinpah puede poner en los diálogos y principalmente en las acciones de los personajes el discurso real que quiere comunicar.

La pandilla se ha disfrazado entonces de soldados con el fin de asaltar un banco en medio de un pueblo sin embargo los forajidos que son liderados por Pike Bishop (gran actuación de William Holden) están siendo seguidos por unos caza recompensas contratados por el ferrocarril quienes les están preparando una emboscada a la salida del banco.

Los caza recompensas tienen a la cabeza a Deke Thornton (interpretado por Robert Ryan) un antiguo compañero de la pandilla que fue capturado y para evitar la cárcel le dan 30 días para capturar a sus antiguos compañeros, la batalla que se da es feroz y en el medio de la ciudad rodeados de mujeres y de niños ambos bandos se enfrentan, estos primeros diez minutos atrapan al espectador, el ritmo es muy rápido y te muestra en ese pequeño espacio de tiempo a la casi totalidad de los personajes, es un inicio bastante efectivo para lograr capturar nuestra atención.

Peckinpah nos instruye sobre el honor y la lealtad a través de los personajes de Pike y Thornton, si bien en esta ocasión se encuentran en bandos diferentes no existen recriminaciones entre ellos, a pesar de ser perseguido Pike no expresa molestia alguna ya que su antiguo amigo tiene que hacer lo necesario por sobrevivir y si esto significa intentar cazar a la banda él lo va a entender, Thornton a la vez dio su palabra a los dueños del ferrocarril y aunque le termina expresando a sus nuevos compañeros (quienes son mas vulgares y violentos que los forajidos a pesar de representar a la ley) que le gustaría estar con la pandilla en lugar de con ellos él no los va a abandonar porque su palabra es sólida.

Luego de escapar del banco (teniendo algunas perdidas en la huida y sin haber conseguido obtener ninguna ganancia) la pandilla convertida ahora en la presa busca refugio en México donde conoceremos al tercer grupo representado en la película: el General Mapache (trabajo del icono azteca Emilio “El Indio” Fernández) y su banda de revolucionarios quienes están en medio de una guerra contra Pancho Villa y sus hombres, si bien cinematográficamente México no se nos muestra muy diferente de los Estados Unidos son los hombres y mujeres que lo habitan los que cambian el tono de la película ya que son representados como seres mas puros y sencillos, mas apegados a su tierra y mas acostumbrados a la violencia.

Obligados a aliarse con Mapache la pandilla debe asaltar un tren para robar unas cajas con armas, la escena del robo al ferrocarril esta muy bien realizada mezclando sigilo al inicio y violencia al final, toda la larga escena esta muy bien dirigida y prepara la acción para la parte final del filme.

Peckinpah jamás cometería el error de convertir una de sus películas en un simple discurso de códigos morales pero al igual que Scorsese unos pocos años después tomara personajes asociados en actividades criminales para mostrar actitudes que redimen al ser humano, tal vez porque si caes en ese tipo de asociaciones el honor y la lealtad serán lo único que finalmente te mantendrá vivo, cuando Thornton enfrenta a su nuevo empleador le habla sobre la caza legalizada del hombre y como en ocasiones las acciones violentas legalmente permitidas pueden ser más censurables que las actividades criminales que pretenden evitar.

La película para su acto final nos dará un enfrentamiento entre los últimos cuatro miembros vivos de la pandilla contra todo el ejército de Mapache, si bien la violencia vuelve a surgir en toda su magnitud e intensidad la actitud del hombre ante su propio fin vuelve a marcar el tono que el director pretende mostrar, cuando vemos a Pike, Dutch (Ernest Borgnine) y los hermanos Gorch (Warren Oates y Ben Johnson) en su ya clásico caminar hacia este enfrentamiento con el objetivo de rescatar a su compinche Ángel (Jaime Sánchez) los vemos dispuestos a morir porque una vida de violencia no podrá finalizar de otro modo para ellos pero al mantenerse apegados a sus propios códigos estos les darán la certeza de que el acto no es en vano y si todos morimos al final porque no hacerlo mejor manteniéndote fiel a tu propia moral al rescatar al amigo que mató a tu lado.

A nivel cinematográfico la película toma elementos característicos del genero western, los momentos contemplativos de los personajes se mezclan con planos-secuencia amplios para las escenas de violencia a la vez que estas marcan los tiempos de la película caracterizados en varias ocasiones por el uso de la cámara lenta que permiten al espectador conocer a los personajes cuando estos llegan a cuestionar sus propios actos.

El filme toca muchos otros temas si la vemos con detalle por ejemplo el pesimismo que emana de la película es brutal a la vez que se señala el paso del tiempo y la entrada en la madurez de varios de los personajes, The Wild Bunch es uno de los grandes clásicos del genero que te contara mucho mas de lo que en principio podrías esperar y que te marca como espectador al ser un filme totalmente imprescindible.