The Last Picture Show (1971)

The Last Picture Show (1971) Dirección: Peter Bogdanovich Guión: Larry McMurtry & Peter Bogdanovich

Peter Bogdanovich fue un crítico cinematográfico que terminó dando el paso para convertirse en director, otros casos representativos fueron los de François Truffaut y Jean-Luc Godard quienes trabajaron en la mítica revista Cahiers du Cinéma para luego inaugurar la Nueva Ola del Cine Frances que tanto influiría al Nuevo Cine Americano y que permitiría el paso a personas como Paul Schrader y el mismo Bogdanovich de la silla de critico a la de director, este fenómeno se entiende en tanto en los años 60 y 70 tuvimos las primeras generaciones de estudiantes (a las cuales pertenecían los nombres citados) que entendían el cine como un arte y no únicamente como un entretenimiento lo que provocó que en esos años se realizaran tantas grandes películas, una de ellas The Last Picture Show (1971).

La Ultima Película es un filme coral que transcurre en una imaginaria ciudad de Texas llamada Anarene en los primeros años de la década del 50, Anarene no es un lugar particularmente interesante, únicamente un billar, un restaurante y un antiguo cine son los lugares donde sus habitantes pueden ir a distraerse, los lugareños no parecen poder escapar al calor y al hastió que parecen ser permanentes en el pueblo y el paso del tiempo parece detenerse en este lugar (un típico escenario rural americano común en el cine y la literatura de ese país) donde según sus habitantes no pasa nunca nada, sin embargo iremos conociendo de a poco a sus personajes y veremos como cada uno enfrenta su relación con ese lugar, sus vecinos y sus propias circunstancias.

La historia sigue a seis diferentes personajes, tres de ellos son jóvenes que recién finalizan la secundaria y que se enfrentan a una falta de oportunidades en el futuro cercano distrayéndose en los pocos sitios del pueblo y acercándose de a poco al sexo, ellos son Sonny (Timothy Bottoms), Duane (Jeff Bridges) y Jacy (en el debut de Cybill Shepherd) Sonny y Duane provienen de hogares rotos y sobreviven haciendo pequeños trabajos obreros mientras que Jacy es la chica mas bonita y rica del pueblo quien en su posición más privilegiada busca constantemente algo contra lo cual rebelarse; viendo el filme se puede pensar que este es un retrato únicamente de adolescentes en su paso hacia la madurez pero la película no se limita a contarnos únicamente sus historias ya que este sigue también a personajes adultos, principalmente a Ellen Burstyn como Lois Farrow (la inconforme madre de Jacy), Cloris Leachman como Ruth (la esposa del entrenador de secundaria con quien Sonny mantendrá un romance) y el icónico Ben Johnson (quien fue un actor usual en obras de John Ford o Sam Peckinpah) como Sam el León dueño de los tres establecimientos del pueblo que conocemos, tanto Leachman como Johnson ganarían el Oscar por sus roles de soporte; el papel mas singular es el de Sam el León ya que este parece ser la única persona conforme con habitar en Anarene y se encumbra como una clase de guía moral para el pueblo y para sus jóvenes (en especial para Sonny) sin embargo y a pesar de esto Sam tampoco deja de añorar el pasado y su presencia parece anticipar el fin de una época.

La Ultima Película es un retrato de los habitantes del pueblo de Anarene y de sus días mientras esperan un evento que cambie sus existencias; adaptación de una novela del mismo título escrita por Larry McMurtry (a la vez guionista del filme); uno de los grandes aciertos de Bogdanovich es el respeto con el que trata a sus personajes a los cuales nunca caricaturiza o simplifica pero que delinea con la suficiente sensibilidad para que los espectadores nos podamos identificar con algunos de ellos.

En aspectos técnicos de la película sobresale la hermosa fotografía en blanco y negro de Robert Surtees (quien había trabajado con directores del Hollywood clásico como Howard Hawks o William Wyler), se dice que el hacer la película de esta forma fue una recomendación del mismo Orson Welles y el resultado es verdaderamente hermoso, una cinematografía clásica que al jugar con los diferentes tonos nos da imágenes memorables.

Algunos eventos provocaran que las cosas cambien, uno de esos cambios es el cierre del cine del pueblo quien para su última función escoge exhibir Red River un western clásico de Howard Hawks, la escogencia no es gratuita ya que esta función se nos presenta como una metáfora de la misma película, el filme de Bogdanovich es un tributo al cine de la edad de oro americano, su fotografía y su puesta en escena nos retraen a una época anterior de este arte, es un homenaje a tiempos idos (el personaje de Sam el León lo personifica) el director parece decirnos que las décadas anteriores habitan en la memoria gracias al cine, los recuerdos que podemos tener de la década de los 50 son en blanco y negro y las películas retienen esas memorias, sin embargo y acá es donde Bogdanovich logra su mayor acierto a la hora de limitar este tributo únicamente a la parte formal/estética del filme ya que de forma opuesta su narrativa es propia del cine americano de los años 70, las ideas y las imágenes del filme pertenecen a esta década y no a la de los años 50, a pesar de que la película posee todo el imaginario de los 50 sus escenas que incluyen tanto desnudos frontales como sexo adolescente (sin mediar de parte del director ningún tipo de juicio moral) habrían sido imposibles de rodar veinte años antes, de igual forma sus protagonistas difieren del clásico personaje estable de aquellos años al que ya nos presentaban de forma completa al inicio de la película mostrándonos ahora caracteres más ambiguos y que evolucionan a lo largo de la proyección, adicionalmente las ideas de la película no calzan con el cine un poco mas alegre de etapas anteriores, ahora nos muestran el aburrimiento y la falta de oportunidades que marcaron una generación; en esencia Bogdanovich nos ofrece un filme roto de forma intencional al mostrarnos la narrativa propia de los años 70 dentro de la estética de los años 50, un gran acierto.

El objetivo de The Last Picture Show es evidenciar que el cine puede ser testigo de la etapa final de una ciudad, de un periodo o de una edad, hacia el final de la película uno de los personajes muere en un accidente de trafico y esta muerte parece escenificar el cierre de una etapa, la perdida de la inocencia que el filme representa. Los mismos críticos a los cuales perteneció Bogdanovich lo elevaron luego de esta película de forma precipitada al punto de llamarlo inclusive el nuevo Orson Welles, si bien posteriormente haría grandes filmes como Paper Moon o Mask es claro que The Last Picture Show fue su gran película, aquella donde rindió tributo a los directores clásicos americanos a los cuales admiraba a la vez que presentaba una narrativa de su propia época, un filme obligatorio de ver y disfrutar.